Reseña de «Tierra violenta» de José Mallorquí

Adquirí este libro tras indagar y descubrir que era la primera entrega de una saga. Se trata de una serie de novelas del autor, José Mallorquí Figuerola, centradas en un personaje llamado Jíbaro Vargas. Tierra Violenta es la primera de este personaje, lo que me motivó a comprarla.

Libro de José Mallorquí

Mallorquí es un escritor conocido por todos, especialmente gracias a un personaje mítico y exitoso en la literatura española: El Coyote. Sin embargo, más allá de las numerosas novelas del gran héroe del western y alter ego de César de Echagüe, Mallorquí tiene una producción literaria verdaderamente amplia. Muchos asocian al autor únicamente con El Coyote, pero a pesar de haber escrito cientos de libros sobre él, en parte debido a las abrumadoras ventas que cosechaba, hay mucho más en la obra de este escritor aparte del famoso personaje.

Jíbaro Vargas parecía ser una de esas otras opciones interesantes. Se trata de una saga de dieciséis libros que goza de la reputación de ser de lo mejor de Mallorquí. Llegué a ella por casualidad cuando me topé con una pequeña novela en formato bolsilibro titulada Piedras Amarillas, que inicialmente pensé que sería autoconclusiva. Sin embargo, resultó que era parte de esta serie de Jíbaro Vargas. Específicamente, es el número doce de la saga, y resultó ser un novelón impresionante que me dejó asombrado.

Por lo tanto, era evidente que iba a adquirir más libros de esta serie y, aunque no sea muy original, lo mejor era quizá empezar por el principio. Ese principio es precisamente Tierra Violenta.

Poseo la edición original de 1949, publicada dentro de la colección Pueblos del Oeste por Cliper. En la cubierta se lee claramente Tierra Violenta, una novela de Jíbaro Vargas. Aun cuando eso es lo que reza, no es del todo cierto.

Puesto que nos encontramos ante una historia casi fundacional de una especie de superhéroe, o al menos de alguien que parece destinado a convertirse en una leyenda del Oeste. Aquí, Juan Vargas aún no es conocido como Jíbaro. Es solo un niño y, siendo francos, no es el verdadero protagonista de esta historia.

Tierra Violenta comienza con mucha calma, quizás demasiada, y al principio no parece dejarnos claro quién encarnará el personaje principal de la trama ni por donde se moverán los hilos. Luego descubrimos que el main character es una especie de antihéroe, Don Valentín Vargas, el padre biológico de Juanito Vargas.

La novela permite a Mallorquí impartir, de forma involuntaria, una clase. Los conocimientos del autor sobre la historia de Estados Unidos parecen infinitos, convirtiéndolo sin duda en uno de los mayores expertos en la materia. Adereza toda la trama situando la acción en su mayoría en El Paso, durante la guerra mexicano-estadounidense. Pero no imaginéis algo aburrido o demasiado denso en cuanto a datos farragosos. Mallorquí sabe cómo administrar la información e inyectar a la narración un contexto histórico creíble y veraz sin que el ritmo o el interés se vean afectados. Lo que consigue de ese modo es una ambientación a la que pocos pueden aspirar en sus westerns. Una auténtica marca de la casa.

Como mencionaba, Tierra Violenta parece comenzar de forma un tanto dubitativa. Sin que el lector sepa muy bien qué está sucediendo o más bien hacia dónde nos dirigen sus páginas. Varios personajes sumidos en un relato coral, algunos yanquis que buscan venganza de los mexicanos tras algunos episodios de la cruenta contienda bélica y todo planeando sobre el núcleo de la población de El Paso. Una tierra violenta, como promete su título, que poco a poco va tomando forma.

Mallorquí va tejiendo una elaborada historia entre hijos ilegítimos, amargas decepciones amorosas, estrategias y tejemanejes propios de la guerra, y el odio que despiertan este tipo de contiendas entre el pobre ser humano. Jíbaro Vargas permanece oculto durante casi todo el libro. Se nos presenta al chico en su cotidianidad  al inicio, con dos pinceladas geniales e intuimos que tendrá una importancia mayor…

Porque el protagonista claro es su padre no reconocido, Valentín Vargas Inclán. El autor nos lo pinta como un mujeriego, casado irónicamente con una mujer por puro interés y que parece haber ido saltando de flor en flor, viviendo una vida de relativas comodidades, y dejando a varios vástagos espurios por el camino, como el pequeño Juan “Jíbaro” Vargas. Pero Don Valentín esconde madera de héroe, y según vayamos adentrándonos en las páginas de Tierra Violenta vamos a descubrir que posee muchos valores como el sentido de la justicia, la amistad, el honor y el sacrificio.

Lo señalaba antes, sin que seamos conscientes Mallorquí va construyendo una historia que va tomando tintes épicos. Con la acción justa y necesaria, el escritor va atando todos los cabos para desembocar en un final a la altura en un in crescendo digno de alabar.

Cuando nos demos cuenta, estaremos manejados y a la deriva lectora absorbente en manos de un maestro del género como era él. Dotado de una facilidad para la narración pocas veces vista, con toques de melodrama y de un puro culebrón (en el buen sentido) inigualables y orquestando todo el conjunto a la perfección.

El final está a la altura y en él se pasa el testigo a Juanito Vargas, que el propio narrador, tornándose omnisciente, nos confiesa que con los años se convertirá en Jíbaro. Cuando acabemos el libro sabremos perfectamente lo que significa y lo que esto implicará.

Tierra Violenta es, por consiguiente, la primera entrega de una saga en la que se intuye que Mallorquí confiaba plenamente y para la que tenía trazado un futuro muy definido. Jíbaro Vargas apunta a ser una serie de novelas memorable, de lo mejor del western y que, por supuesto, tendremos que continuar leyendo una vez acabada esta primera y apetitosa ración.

¿Te ha gustado esta reseña? Si es así, te recuerdo que soy escritor de libros e incluso he escrito un western. Si te apetece echar un vistazo a mis obras, puedes hacerlo en este enlace. ¡Gracias!

Alfonso M. González "Alan Dick, Jr."


1949, Cliper. Colección Pueblos del Oeste nº 4. Ilustración de la cubierta: Por confirmar

1958, Cliper. Colección Novelas del Oeste nº 53. Ilustración de la cubierta: Por confirmar

1965, Cid. Colección Tierra Violenta nº 10. Ilustración de la cubierta: Por confirmar

1987, Forum. Colección Lo mejor de J. Mallorquí nº 40. Ilustración de la cubierta: Por confirmar